
Imagino que has oido hablar mil veces sobre la lectura fácil y tienes claro qué es, pero por si acaso, te cuento brevemente en qué consiste.
Básicamente, es un método que se utiliza a la hora de redactar textos o maquetar documentos que sigue determinadas pautas y recomendaciones para conseguir que este documento sea más fácilmente comprensible para todas las personas, también para quienes tienen más dificultad de comprensión.
¿La lectura fácil es sólo para personas con discapacidad?
La verdad es que no. Sin lugar a dudas, las personas con discapacidad intelectual se benefician claramente de esta técnica pero no son las únicas.
Hay muchísimas personas que por su edad avanzada, porque no dominan el idioma o por otras circunstancias, tienen serias dificultades para entender determinados textos.
Piensa por un momento en alguna carta o documento institucional que has tenido que leer. Seguro que te ha resultado complejo entender alguno de sus términos o puede que incluso, no hayas entendido qué te estaban diciendo. Esto se repite a diario con numerosos ejemplos, las instrucciones de cualquier electrodoméstico, los contratos de servicios como la telefonía, la luz o el gas, los comunicados con hacienda… y también, muchísimas veces con los propios folletos que te dan en una exposición o en una visita turística.
¿Cómo podría hacerse un texto en lectura fácil?
En este post no puedo abordar en profundidad este tema pero sí puedo darte algunas pautas que te ayudarán a crear textos y documentos más accesibles para todas las personas.
Todos estos puntos que te cuento sumados a otros pequeños aspectos, hacen que un documento sea más fácil de comprender y más apetecible.
¿Merece la pena hacer un folleto en lectura fácil?
Piensa por un momento en la última vez que te dieron un folleto turístico de un destino o de un museo. Casi con total seguridad tenía tanta información y la letra era tan pequeña que te quedaste sólo con algunas ideas básicas sobre lo que te ofrecía, el horario de apertura y como mucho el teléfono de contacto o la dirección.
Te estoy hablando de folletos pero en realidad esto lo podríamos aplicar a miles de ejemplos:
Si todos estos documentos se han diseñado siguiendo las pautas de la lectura fácil, será mucho más sencillo que todos podamos entender lo que nos están diciendo.
Así que responde tú a la pregunta ¿Merece la pena hacer folletos o documentos en lectura fácil?
Si te interesa este tema y quieres profundizar más quizá te interese este video curso en el que hablamos sobre cómo crear materiales en lectura fácil.